Un cultivo con
siglos de historia

El carácter singular de la Aceituna de Mallorca es el resultado de siglos de experiencia de agricultores y elaboradores que, además de ofrecer un producto de calidad diferenciada, vienen ejerciendo de custodios de una parte de nuestro valioso patrimonio natural que es el olivar tradicional.

El cultivo se realiza principalmente en terrazas, pequeños terrenos planos en ganados a la montaña mediante muros de contención construidos artesanalmente con la técnica de pared seca, donde la única aportación hídrica es la lluvia.

La recolección continúa realizándose de forma manual, lo que permite seleccionar las aceitunas de calidad óptima y un bajo impacto sobre los olivos, en muchos casos árboles centenarios.

Variedades de
Aceituna Mallorquina

Para el olivo de variedad mallorquina el único pie que se utiliza es el acebuche (Olea europea var. Sylvestris), variedad autóctona del área mediterránea presente en Mallorca con anterioridad al cultivo del olivo. 

Las notas amargas y untuosidad en boca, pulpa escasamente adherida al hueso, así como su forma fusiforme, son algunos de sus rasgos diferenciadores.

Tradición
y calidad

Fruto de la experiencia de los elaboradores, el proceso de elaboración de la aceituna mallorquina se ha transmitido de generación en generación manteniendo técnicas artesanales y naturales que hacen de la Oliva de Mallorca DOP un producto de calidad diferenciada.

Para la preparación de las tres elaboraciones tradicionales (verde, verde trencada (partida) y negra natural o pansida), la aceituna se somete a una fermentación natural en salmuera que, en el caso de la verde trencada, agrega hinojo y guindilla.

Aceituna entera

Aceituna trencada (partida)

Aceituna negra