Los productores de la DOP Oliva de Mallorca ya están en plena campaña de recolección de la aceituna Mallorquina, la cual se prevee alcance una producción de 100 toneladas, el máximo desde su implantación en el año 2013, según ha indicado el presidente del consell regulador, Miquel Gual hoy en la finca de Son Moragues (Valldemossa) en la presentación de la campaña en la que nos ha acompañado el conseller de Medi Ambient, Agricultura i Pesca del Govern de les Illes Balears, Vicenç Vidal.

Gual ha destacado que estas previsiones se pueden calificar de excelentes, sobre todo si se tiene en cuenta que la sequía y la vecería del olivo (alternancia de unos años abundantes con otros de vacio o escasez) hicieron que la cosecha de la campaña anterior fuera mínima (no llegó a los 7.000 kg)

La DOP Oliva de Mallorca inicia esta cuarta campaña con un mayor número de olivicultores inscritos (74), así como de olivos, que ascienden a 58.682 (un 8,5% más que la campaña 2016/2017), crecimiento que el consejo regulador espera vaya en aumento los próximos años, ya que en buena parte iría asociado a la reactivación de olivares abandonados.

Y es que conviene recordar que la DOP Oliva de Mallorca ampara únicamente olivos de la variedad mallorquina de más de 75 años y sin riego, es decir árboles en muchos casos centenarios, la mayoría localizados en áreas de dificil acceso, lo cual se traduce en baja productividad y costes elevados.

Así, cuando un consumidor abre un un bote de aceituna de mesa certificada por DOP Oliva de Mallorca, tiene todas las garantías de que disfrutará de una aceituna de primera calidad, que ésta es indudablemente de la variedad mallorquina, cultivada y elaborada en Mallorca; que el agricultor habrá recibido un precio justo por esa aceituna u, además que está contribuyendo a mantener un patrimonio de valor incalculable.

Vicenç Vidal, conseller de Agricultura del Govern de les Illes Balears, ha afirmado que la DOP Oliva de Mallorca es una pieza clave porque cumple con los objectivos de rentabilidad y favorece que los ciudadanos puedan elegir un producto de calidad.

También ha señalado que tener productos de valor añadido, como los de denominación de origen, es uno de los ingredientes  básicos junto con la  incorporación de agricultores joves y unos consumidores que apuesten por nuestros productos con lo que se puede conseguir una agricultura sostenible.